
En la era digital, los archivos son una pieza clave para que el usuario de una computadora, teléfono móvil o tablet pueda organizar toda una serie de tipo de contenido que va desde un fichero de imagen (.jpg), pasando por un documento ofimático (.docx o .xlsx), y termiando por un fichero comprimido (.rar).
Desde el punto de vista de la programación, cada archivo forma parte del engranaje y ejecución de un juego o un programa, cumpliendo cada uno de ellos con un cometido concreto en todo el proceso. Por tanto, no todos los archivos tendrán el mismo papel y aportarán la misma información en el resultado final y conjunto de un programa: la extensión del archivo, precedido por un “punto”, determinará cuál es su función.
Desde el punto de vista del usuario, los archivos son de vital importancia para el manejo de dispositivos electrónicos de consumo, y no solo si hablamos de ordenadores y teléfonos, sino incluso de equipos Home Cinema, cámaras y videocámaras digitales, y Smart TVs. La música, las películas y las imágenes han pasado de tener un soporte analógico (unidad óptica y papel) a formar parte integrante y vital del soporte digital, estructurado en base a carpetas y archivos de todo tipo.
La música se reproduce a través de formatos de audio cómo el .mp3, las fotografías se suelen almacenar en formato .jpg, y los vídeos recogidos con cámara digitales y Smartphones están asociados al formato MP4. ¿Cómo se manejaría el contenido digital si no se contara con un “archivo”?
La existencia y acceso a los ficheros es de vital importancia, pudiéndose organizar, trasladar y compartir a través de diferentes soportes: mediante memorias USB, tarjetas SD/microSD, discos duros móviles o a través de servicios en la nube, por ejemplo. ¿Porqué son tan importantes los archivos en el día a día?
En los hogares ya se cuenta con televisores y equipos de audio con tecnología DLNA y lector USB incorporados, que permitirán reproducir archivos de video y audio desde un ordenador, un disco duro en red, o una memoria USB: a través de una pantalla, el usuario podrá navegar por el contenido del dispositivo fuente, en el que se almacenan los ficheros a reproducir.
En los automóviles, los equipos de sonido cuentan con tecnología bluetooth para reproducir ficheros, de forma inalámbrica, almacenados en un Smartphone o tablet; o bien se sirven de un lector USB para utilizar un pendrive con archivos de audio compatibles (WMA, MP3).

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